Reseñas
Mario Benedetti, Gracias por el fuego.
Recomiendo la lectura de este libro, entre otras cosas porque penetraremos en el discurrir atormentado de los personajes, especialmente de uno de ellos, Ramón Budiño. Viviremos la angustia que provoca la frustración de una vida perdida: el padre querido en la infancia que se convierte en el Viejo que representa todo lo que odia Ramón (una sociedad dirigida por la corrupción; un poder establecido para aniquilar al otro; una política de máscara; una sociedad retrógrada que no elimina la basura de su clase política); y un hombre que quiere apoyarse en su única esperanza para poder salvarse de esa mezquindad, el amor de una mujer con la que compartir una nueva vida. Ella, Dolores, le responde negativamente a esa propuesta. Las consecuencias serán inevitables, demasiado tarde cuando ella comprenda el error en el que se encontraba. También el Viejo se hundirá en su miserable vida, la que él eligió, la que detestaba su hijo Ramón.
El monólogo interior es la técnica que predomina en toda la novela, mezclada con los diálogos de los personajes y un narrador omnisciente en tercera persona. A través del monólogo interior revivimos sus pensamientos, emociones, anhelos... Técnica difícil de emplear y más si es la técnica con la que está trazada la obra. Digo esto porque la presencia de ciertos detalles triviales y el ritmo lento pueden aburrir al lector. Sin embargo, Benedetti supera los escollos con una maestría excepcional. El lector, que comienza encontrándose ajeno a la historia novelada y a los personajes, acabará interiorizando el devenir trágico de todos ellos.